Mejorando una caja de culto

Este modelo, originario de 1990, pero fabricado hasta al menos el 93, no ha perdido ni un ápice de su vigor externo, pero portando tripas electrolíticas, el implacable paso del tiempo no suele jugar a favor. Si bien audiblemente jamás noté merma alguna, en el momento en que supe que serían las cajas con las que me quedaría a perpetuidad, me empezó a rondar por la cabeza la idea de clonar el filtro existente por componentes nuevos y de mayor calidad.

Imagen del conjunto completo de filtros originales de las 800




Un amigo de confianza, que ya otrora hiciera un filtro con cambio de drivers incluidos de unas cajas chinas que sonaban (y suenan) como los ángeles, fue el primero en quien pensé para tocar su puerta y ver si podría meterle mano. En vista de su poco tiempo y lo ben-huriano de la encomienda, me dijo que si lo quería antes de la próxima década, que mejor buscara a otro. Y así, de salto en salto, encontré a un norteamericano, especializado en la modificación y creación de filtros a medida para la serie Matrix, que para colmo de la buena suerte generaba un diseño específico para las 800. Sin tener ninguna referencia de este individuo que para liar más la marrana vivía en las antípodas del planeta, por algún motivo me causó muy buena impresión, impresión que se vio subrayada gracias a los correos previos que nos sorteamos antes de contratar su trabajo. Lo más que me gustó fue que en ningún momento me vendió humo. Todo era moderado. Todo era mejoría, pero muy en detalle, nada de la noche al día; nada que sugiriera una modificación superlativa a lo ya existente. Ese aspecto moderado me gustó, unido a que los componentes que me reseñó contaban con contrastada calidad en el mundillo Hi-Fi. En esencia, invertí cuatro cifras en unos filtros que sencillamente serían nuevos, cuyos beneficios audibles serían de matiz (si acaso), a una persona que ni conocía ni de la que tenía referencias, por cuyo trabajo tendría que esperar al menos unos cuatro o cinco meses dejándole el dinero por adelantado. No lo sé, pero quizá me hubiese ganado bien la vida siendo broker.

A los tres meses del encargo, me llegó esta imagen en un correo donde me decía "ya están casi terminados".


Al menos había alguien ahí fuera y no les engaño si les digo que por momentos me olvidaba del encargo. Resultaba todo tan surrealista que por momentos creí si todo había sido producto de una alucinación.

No habían pasado los cuatro meses de la fecha del encargo cuando, ¡sorpresa! Un paquete de unos 10 kgs aguardaba sobre los brazos del transportista, y ese paquete no podría ser otra cosa que el nuevo corazón que bombearía a las Matrix hasta el último de sus días (al menos eso me dijo el ingeniero). Después de abrir una caja cerrada a conciencia, me encontré con esta maravilla:







Todo se veía muy claro, muy bien terminado y ahora faltaba lo complejo: desmontar unos mastodontes que pesan casi vez y media lo que el propietario. El proceso de desmontaje y montaje no hubiera sido posible sin la aparición casi sin esperarla de un gran aficionado que vive en la isla, José, y que sin titubeo alguno se animó a venirse a casa y perder literalmente una jornada de sábado en echarme una mano con todo el proceso, algo que le agradeceré eternamente

Imágenes dejando atrás los crossovers originales por la versión siglo XXI


   


Recopilando las fotos para colgarlas, me ha empezado a doler la espalda. Ignoro el por qué.


Entretanto, me dio por escribirle al hacedor de los filtros para preguntarle por qué una casa como B&W no había tenido más cuidado en hacer unos filtros a la altura del nivel constructivo y drivers utilizados en el diseño de las cajas. Su respuesta, muy en su línea fue la siguiente:

"No tengo ni la más remota idea de por qué Bowers and Wilkins hizo las cosas como las hizo, sólo ellos lo sabrán. Muchas veces, cuando solía trabajar en empresas constructoras de altavoces, tenían distintos departamentos y a veces el que diseñaba los filtros era diferente al que diseñaba los controladores o llevaba a cabo los remates definitivos. Estos filtros pudieron haber sido diseñados por ordenador, algo que fue popular en los años 80 y 90, hasta que cayeron en la cuenta de que los ordenadores no pueden notar diferencias de sonido. Luego entraría el costo, ya que a veces tienen un presupuesto para el filtro y lo mantienen en un rango específico. Por supuesto, estos comentarios son simplemente conjeturas y sólo alguien involucrado de primera mano con el diseño en particular podría decir por qué hicieron las cosas como finalmente hicieron. Lo que sí puedo decir como conocedor de la línea Matrix es que el crossover era netamente de una categoría inferior al resto de elementos de la caja y por supuesto no iba de la mano del precio de venta. Los nuevos diseños de Bowers & Wilkins cuentan con crossovers de verdadera alta calidad. La mayoría de los altavoces más antiguos no tenían una buena calidad de cruce, salvo algunas excepciones que se me ocurren de marcas como Thiel y Wilson Audio por lo que he podido valorar".


    Detalles de montaje

 

 






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